Educación básica
En la República Dominicana la educación básica inicia a los 6 años de edad y tiene un tiempo de duración de 8 años de escolaridad. Para el 2011, estaban matriculados 1, 647,114 niños y niñas en este nivel, un 75% en el sector público, un 22% en el sector privado y el resto en el sector semi oficial.
La tasa neta de cobertura en ese nivel educativo era casi total (un 95%) entre el 2010 y 2011, sin embargo, un 36.5% de los niños y niñas asistían con rezago, debido a que habían ingresado con una edad mayor de lo establecido por la ley, habían repetido un grado o habían abandonado la escuela de temporalmente.
Como muestran estos datos, la cobertura en la educación básica dominicana ha ido mejorando, pero no se ha podido lograr que los niños y las niñas que ingresan al primer grado concluyan el octavo en la edad establecida de 13 años.
Existe una tendencia a que los y las estudiantes que inician un ciclo escolar no lo finalicen y esto va en incremento, pues la deserción escolar pasó de 1.6% a 3.9% durante el período de 2002 y 2007 en los niños y niñas de 6 a 17 años, según datos estadísticos el Ministerio de Educación.
Estadísticas del Ministerio también plantean que el 10% de los y las estudiantes del nivel básico están en una edad por encima de la que debería tener en el grado que cursan, lo que representa un factor determinante para el abandono escolar.
Un fenómeno que se vincula al abandono escolar es la violencia el cual se presenta de forma generalizada en el país y afecta el contexto escolar. Un 57.7% del personal docente y un 59.2% del personal directivo de los centros educativos consideran la violencia como un evento negativo que afecta al clima escolar.
El 43.7% del personal directivo afirmó saber de casos de intimidación en sus centros educativos, mientras que un 30% dijo conocer manifestaciones de acoso sexual y racismo en las escuelas.
Servicios de calidad
Otro reto, es la calidad de los servicios educativos en este nivel. En básica, niños y niñas llegan a cuarto y quinto curso sin saber leer ni escribir, esto se hace evidente en los grados tercero y cuarto donde se presenta un porcentaje de reprobados de un 12.3% y un 7.7% respectivamente, cuando el porcentaje nacional es de 5.9%.
Un estudio sobre compresión lectora y matemática realizado en 2010 por el Ministerio de Educación evidenció que los estudiantes obtuvieron un promedio de sólo un 38.2% en matemática y un 34% de respuestas correctas en compresión lectora. Estas cifras y los bajos resultados sobre aprendizaje presentados en las diferentes pruebas nacionales e internacionales reflejan la necesidad de tomar decisiones concretas que impacten en la calidad educativa.
En la mejora de la calidad de la educación influyen elementos como la formación docente, el cumplimiento del calendario escolar y la ejecución de un currículo educativo que cubra las necesidades formativas del estudiantil.
Educación inclusiva
El Ministerio de Educación, interesado en garantizar el acceso y la permanencia en los centros educativos regulares de la población con necesidades educativas específicas, ha creado los Centros de Atención a la Diversidad (CAD), los cuales cuentan con un equipo multidisciplinario responsable para orientar y acompañar a los docentes.
El programa tenía una proyección alcanzar las 18 regionales educativas, en la actualidad sólo en 4 se desarrolla. Ante esta falta de cobertura del programa la mayoría de los docentes aun no conocen técnicas ni estrategias educativas ni son acompañados, para desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje que responda a las necesidades de los alumnos con discapacidad, lo que afecta el buen desarrollo y permanencia en la escuela de esa población.
Con todos los retos presentados, el proyecto Comunidad Educativa que Aprende se desarrolla una alianza entre UNICEF con contra-partes claves del Gobierno, con la finalidad de apoyar el desarrollo e implementan de políticas y programas, que garanticen la calidad educativa y que lleguen a niños y niñas de otros territorios no priorizados en este proyecto de atención a la diversidad.
Educación Secundaria
En la República Dominicana actualmente el nivel educativo medio tiene una duración de 4 años, el cual inicia a los 14 y termina a los 17 años de edad.
Con la revisión curricular que está en marcha, este nivel será llamado Educación Secundaria, comprendiendo desde la edad 11 años a los 17.
La calidad y la cobertura de la educación en este nivel son aún materias pendientes para el Estado dominicano. Se cuenta con estadísticas y datos con los que se logra identificar que los principales problemas son la baja cobertura, la no culminación, la sobreedad y la repitencia escolar.
Solo el 37.6% de los adolescentes de 14 años ingresó al nivel secundario de manera oportuna en el año escolar de 2011-2012, según datos publicados por el Ministerio de Educación (MINERD). Ese mismo año, la tasa neta de cobertura fue de 53.2%.
El factor principal que incide en la poca cobertura de la educación media en el país es que no se cuenta con la infraestructura escolar necesaria para llegar a toda la población. Existe inequidad en la cantidad de centros educativos destinados al nivel medio. El número de centros educativos de educación secundaria (2,115) es inferior al del nivel inicial (7,476) y básico (8,955). El número de estudiantes matriculados en el nivel secundario en estos centros fue de 561,775, de los cuales el 76.1% correspondió al sector público.
Educación Superior
El sistema de educación superior comprende los institutos de estudios superiores (todos ellos privados) y universidades. Los institutos ofrecen carreras a nivel de técnico superior. Las universidades imparten carreras a nivel de técnico, de grado y de postgrado; estas son reguladas por el Ministerio Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT).
Dicho Ministerio está encargado de fomentar, reglamentar y administrar el Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología conforme a la Ley 139-01.
El Ministerio de Educación Superior es el encargado de: «Proveer lineamientos de política, criterios técnicos y de gestión de procesos requeridos para la conducción, administración, seguimiento y evaluación del subsistema de educación superior
La República Dominicana posee una gran cantidad de instituciones dedicadas a la Educación Superior
E Estos son los retos que todos ellos plantean para la educación del futuro:
- Hay que formar al ciudadano del siglo XXI: la sociedad del siglo XXI requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.
- La inclusión social como eje: es trascendental el establecimiento de políticas públicas regionales para el desarrollo sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
- Se requiere liderazgo institucional: la cultura digital lleva años instaurada en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas, por lo que se torna fundamental un liderazgo institucional basado en la construcción de un sentimiento de comunidad sólido, unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía y el currículo del centro.
- Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
- Contenidos + Pedagogía + Tecnología: la intersección entre tres factores fundamentales son claves para la introducción de las TIC en los procesos educativos: sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones. La tecnología no reinventa a la pedagogía, sólo amplía sus posibilidades.
- Las TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias del siglo XXI.
- Hay que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
- Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
- Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
- Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
- Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
- Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
- Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
- Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo XXI.
- Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
- El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
- Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, remezclas y poner en práctica los conocimientos.
- Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo XXI.
- Se trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
- Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.
Bibliografía:
Unicef
Plan Lea
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